¿Qué sería mejor para nuestra movilidad? ¿Menos coches, más autobuses y trenes? ¿Solo taxis compartidos y conducción autónoma? ¿O recorrer la ciudad a pie y, en ocasiones, con el patinete o la bici eléctricos?

Tal vez no debamos pensar en primer lugar en conceptos de conducción sostenibles, sino en nuestros deseos. Así podríamos responder desde una perspectiva más humana a las preguntas sobre la forma de movilidad ideal y planificar mejor la movilidad y el tráfico en la ciudad para las personas.

Definitivamente, lo mejor sería estar relajados mientras nos desplazamos. No esperar nunca y avanzar sin problemas. Encontrar una conexión adecuada para llegar a casa, incluso en las afueras de la ciudad. Tener una plaza de aparcamiento delante de la puerta, viajar en medios de transporte puntuales sin dificultad para encontrar un asiento. Recorrer la ciudad sin barreras con un andador o un carricoche. Simplemente, desplazarnos de forma segura.

La realidad actual es bien distinta. Si conducimos nuestro coche, nos encontramos con atascos. El autobús llega demasiado tarde. El semáforo está en verde muy poco tiempo para los peatones. El ascensor está estropeado. Los ciclistas no tienen un carril propio. El aire está lleno de gases de escape. Las obras son ruidosas. El tiempo de desplazamiento suele ser tiempo de estrés.

Queremos cambiar esta situación. Queremos planificar y diseñar la movilidad en el espacio urbano de forma sostenible, conectada, fluida y multimodal. Con sensores, software y brainware para el transporte público urbano y regional.